Y así no es de extrañar que haya gente que se quiera tan flojo. Nos enamoramos y hacemos ver que nos da igual. Vayamos poquito a poco, no te vaya a soltar un te quiero demasiado pronto, no nos vayamos a precipitar. Como si esto que te sale del corazón fuese agua del grifo.
Ahora lo caliento, ahora lo enfrío.
Ahora le doy a chorro. Ahora gotita a gotita y no más.
Uno no elige cuándo ni de quien se enamora, como tampoco se puede elegir la velocidad.
Risto Mejide
No hay comentarios:
Publicar un comentario