Era Domingo; entonces recordé que no estás conmigo, amor mío.
Empecé a llover con tanta intensidad, me inundé de ti, de los besos que me faltan, de tus brazos que no me cubren del frío, de tu risa que no oigo cercana y de tus ojos mirando los míos.
Odio la palabra pronto, por qué no se cuándo será el día; pero supongo que es la palabra que me anima a seguir soñando ese momento de tu mano con la mía.
Empecé a llover con tanta intensidad, me inundé de ti, de los besos que me faltan, de tus brazos que no me cubren del frío, de tu risa que no oigo cercana y de tus ojos mirando los míos.
Odio la palabra pronto, por qué no se cuándo será el día; pero supongo que es la palabra que me anima a seguir soñando ese momento de tu mano con la mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario