martes, 28 de julio de 2015

Ya habrá tiempo para arrepentirnos.

Cómo cambiarían las cosas si hiciéramos en cada momento lo que sentimos. 
Pero, tenemos una mala costumbre, la de no dejarnos ver como en verdad somos. Con lo fácil que sería aprender a decir “te echo de menos” sin que eso suponga que te estés arrastrando, decir “quédate” sin que eso signifique perder la dignidad, decir ” te quiero” sin tener miedo a que echen a correr o simplemente ir en busca de quien quieres, dejando de lado el orgullo. 
No es tan difícil, pero el miedo al no, nos puede más, el miedo a caer, nos vence, el miedo a que nos vean de verdad, nos inquieta. 
Y al final tanto miedo, nos asusta y nos asustamos tanto, que acabamos huyendo cuando en realidad queremos quedarnos.

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