domingo, 23 de agosto de 2015

''Olvidate de mi''

Muchos hombres creen que soy un concepto, 
o que quizás les complemento, 
o que voy a darles vida. 
Solo soy una mujer jodida que busca su propia paz de espíritu, 
no me asignes la tuya.

sábado, 15 de agosto de 2015

Risto Mejide sabe de lo que habla:

Todos tenemos más o menos autonomía caudal. Capacidad autoregenerativa natural. Levantarse de un revés emocional creándose un universo nuevo de la nada. El tipo que inventó eso de que un clavo quita otro clavo, realmente la clavó. Pero lo importante no es simplemente volverse a emocionar. Lo importante es hacerlo siempre como la primera vez. Sin diferencia alguna entre la cola que te cortaron y la que has generado de nuevo. Volver al punto cero con la misma ilusión del primer día. Vivir como Dori buscando a Nemo. Y creerte que por fin la has vuelto a encontrar.

Yo no concibo enamorarme de otra manera que no sea para siempre. Si no es eterno, para qué exigirse una exclusiva, oiga que no me compensa, que no me vale la pena. Para eso están las follamigas. Y los amigos de siempre. Y la gente que te quiere de verdad. La que te estimula intelectualmente. La que te hace soñar. Todo lo demás, es subcontratable. Como lo definía categóricamente mi amigo Pedro Ruiz: ''El polvo, por lo que vale. Ni un euro más.''

Por eso, ahí va otro consejo que no me has pedido: si te vas a enamorar, hazlo como las lagartijas. Echa mano de tu autonomía caudal. Extírpate las células muertas, déjalas ahí que pataleen fingiendo estar vivas, y tú céntrate en la relación que vas a regenerar. Un lenguaje nuevo. Un nuevo historial. Algo que pueda durar. Porque esta vez puede que sea así. 
Y si al final no lo es, jamás lo vivas como una pérdida de tiempo, ni mucho menos un fracaso. 
Porque si todas las cosas que acaban fuesen consideradas un fracaso, en esta vida todo, absolutamente todo, estaría destinado a fracasar.
Y sobre todo, cuando la gente te mire con escepticismo, disimula tu condescendencia y repíteles dos frases:

Todo el mundo cree que se ha enamorado alguna vez. Hasta que se enamora alguna vez.

viernes, 31 de julio de 2015

Ahora cada canción me recuerda a ti.

Me has enseñado muchas cosas. Quién te lo iba a decir, ¿eh?... Que enseñarías a esa chica que siempre llegaba tarde que no todo es tan negro como parece. Que siempre quedarán motivos por los que sonreír. Que seguirán habiendo canciones que te partan en dos. Que hay un mundo lleno de gente extraordinaria por descubrir. Que el sol sigue quemando incluso cuando ya se ha escondido. 
Pero como no era de extrañar, en cuanto empecé a verte con claridad, y supe que estabas ahí, que habías estado todo este tiempo, saliste corriendo. 
Y ahora ya no te veo. Ya no sé dónde estás. Sé que existes. Pero ya no te busco...

martes, 28 de julio de 2015

Ya habrá tiempo para arrepentirnos.

Cómo cambiarían las cosas si hiciéramos en cada momento lo que sentimos. 
Pero, tenemos una mala costumbre, la de no dejarnos ver como en verdad somos. Con lo fácil que sería aprender a decir “te echo de menos” sin que eso suponga que te estés arrastrando, decir “quédate” sin que eso signifique perder la dignidad, decir ” te quiero” sin tener miedo a que echen a correr o simplemente ir en busca de quien quieres, dejando de lado el orgullo. 
No es tan difícil, pero el miedo al no, nos puede más, el miedo a caer, nos vence, el miedo a que nos vean de verdad, nos inquieta. 
Y al final tanto miedo, nos asusta y nos asustamos tanto, que acabamos huyendo cuando en realidad queremos quedarnos.

jueves, 23 de julio de 2015

15

Y después de tanto tiempo, nos volvimos a ver. 
Pero ya no éramos los mismos; 
Tan solo éramos dos extraños con algo en común: 
un recuerdo.

viernes, 10 de julio de 2015

domingo, 5 de julio de 2015

Hablemos de amor a distancia.

Era Domingo; entonces recordé que no estás conmigo, amor mío. 
Empecé a llover con tanta intensidad, me inundé de ti, de los besos que me faltan, de tus brazos que no me cubren del frío, de tu risa que no oigo cercana y de tus ojos mirando los míos. 
Odio la palabra pronto, por qué no se cuándo será el día; pero supongo que es la palabra que me anima a seguir soñando ese momento de tu mano con la mía.