sábado, 30 de agosto de 2014

Cuando la vida te pone a la misma distancia de huir o quedarte para siempre.

¿Cuándo es el momento oportuno para la retirada? 
No lo sé. 
En mi lista de fracasos, el primer lugar es el de tropezar con la misma piedra, una y otra vez.
Perdemos la vida por unos ojos que brillen por nosotros. Nos ponemos amores imposibles y pretendemos que amen hasta nuestras cicatrices. Vemos un mundo de color de rosa donde en realidad no hay nada. Fantaseamos planeando cada segundo de nuestra vida junto a alguien que no nos dedica ni una milésima de su tiempo y ninguno de sus pensamientos.
 ¿Acaso no hay que quererse bien a uno mismo antes de que otro nos pueda querer?
¿Acaso no tenemos que amar nuestras cicatrices antes de que otro venga a sanarlas?
¿Acaso no brillamos por nosotros mismos que necesitamos que alguien nos haga brillar?
¿Acaso no podemos deshacernos de nuestro propio caos?
Vivimos queriendo más, pidiendo más y amando(nos) menos.


La vida es el caos más bonito que existe. Disfrutenlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario